Elizabeth Gutiérrez, enfermera Inmunizaciones HRC
El SARS CoV 2 es una cepa de coronavirus, notificado por primera vez en Wuhan, China, el 31 de diciembre de 2019. Ha sido causa de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), la cual puede cursar con fiebre y síntomas respiratorios como tos y disnea. Los casos severos pueden cursar como neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e incluso, causar la muerte. En el transcurso de la pandemia hemos aplicado en gran escala las precauciones estándares, los elementos de protección personal y el distanciamiento social, lo que sin duda han sido muy importante en el corte de la cadena de transmisión.
Por su parte, la vacunación ha disminuido la circulación viral en el mundo y ya no vemos las enormes cifras de morbilidad y letalidad que fue en un comienzo de la pandemia. Esto ha generado una disminución de la percepción del riesgo en las personas, por lo cual no acuden al llamado a la vacunación, sin embargo, reforzamos que las vacunas que se administran son seguras y han logrado salvar vidas.
El objetivo de vacunar a los funcionarios de Salud, tanto del ámbito público como privado, es preservar la integridad física de los servicios asistenciales. Nuestro principal deber es autocuidarnos para poder efectuar la atención adecuada a nuestros usuarios, y a nivel personal para prevenir infectarnos y enfermar gravemente generando un riesgo potencial para nuestro entorno familiar.
Desde un comienzo, en la campaña de vacunación en nuestro país –y en términos generales a nivel mundial-, se priorizó a todo el personal de salud, tanto clínico como administrativo en atención intrahospitalaria /extrahospitalaria y servicios de urgencias abiertos y cerrados, lo que incluye: servicios médicos, dentales, servicios de apoyo clínico (laboratorios incluyendo a los que realizan detección de SARSCoV2-, servicios de radiología, farmacia, servicios de anatomía patológica), alimentación, transporte, seguridad, aseo y estudiantes de carreras del área de la salud en práctica clínica (atención directa a pacientes). En un comienzo se lograron coberturas óptimas de vacunación en este grupo de riesgo. Sin embargo, a medida que se han administrado los refuerzos, las tasas de vacunación han bajado.
La vacuna Bivalente, aplicada en el último refuerzo corresponde a BNT162 (cepas original/ómicron) y cuenta con la aprobación de importantes Agencias Reguladoras de medicamentos, tales como Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), Agencia Europea de Medicamentos (EMA), Canadá (Health Canada), Chile (ISP) y Reino Unido (MHRA), entre otros.
Actualmente y desde su aprobación en octubre de 2022, la vacuna bivalente contra el Covid se está aplicando en 35 países, 28 de ellos miembros de la Unión Europea. En Latinoamérica, Chile fue el primer país en incorporarla, seguidos por Brasil y Perú.
Entre las reacciones adversas locales esperables se encuentran: Dolor en el sitio de inyección, enrojecimiento, hinchazón, induración, exantema y urticaria.
Respecto a las reacciones sistémicas: Fatiga, dolor de cabeza, escalofríos, fiebre, náuseas, vómitos y diarrea.
Estas reacciones por lo general ceden en un periodo de 1 a 2 días, si bien muchos funcionarios hemos presentado esta sintomatología es importante medir el costo/beneficio y protegernos de esta enfermedad, por nosotros mismos, nuestros seres amados, nuestros usuarios y la comunidad. El llamado es a reflexionar frente a la necesidad de protegernos y proteger a nuestro prójimo.
