Dr. Pedro Pablo Pinto, Subdirector médico Hospital Regional Coyhaique.
La pandemia no sólo ha sido compleja en lo que respecta al tratamiento del COVID-19 al interior de los hospitales del mundo, sino también ha generado una gran complicación para todos aquellos pacientes del país que han estado por mucho tiempo –incluso años- esperando una cirugía.
En el caso de nuestro hospital, el promedio de cirugías semanales antes de la pandemia era de 80. Desde marzo de 2020 a la fecha, la actividad quirúrgica descendió a un tercio, concentrada básicamente en intervenciones de urgencia, como apendicitis o producto de accidentes. Principalmente es por eso que durante la pandemia se ha recomendado a la población tener cuidado y evitar accidentes de tránsito y así contribuir a no recargar los pabellones del Hospital Regional Coyhaique, con situaciones prevenibles.
Lamentablemente, no sólo las intervenciones programadas que se han tenido que restringir, se incluyen cirugías de cáncer, que son pacientes que si bien no son considerados graves desde el punto de vista de su estado general, la demora en su resolución significa quitarle esperanza de vida a futuro. Este retraso en la actividad quirúrgica ha significado una Lista de Espera Quirúrgica (LEQ) de 641 pacientes en nuestro establecimiento.
Afortunadamente, el último mes la región ha mermado de forma importante el número de casos Covid-19 y hasta hace poco el HRC no tenía pacientes Covid-19 hospitalizados, situación que duró casi una semana. Sin embargo, y sobre todo considerando la situación país, objetivamente el número de casos en Aysén ha disminuido, lo que nos ha permitido retomar las cirugías que se nos han acumulado todo este tiempo.
En un comienzo vamos a seguir priorizando las patologías de mayor gravedad y todo aquello que en cierta forma requiera de una resolución prioritaria respecto a otras enfermedades, como por ejemplo cataratas, cirugía oftalmológica que ya se está resolviendo.
El Ministerio de Salud ha enviado fondos para poder resolver la LEQ, en base a una licitación que se hizo a lo largo de todo el país, donde cada hospital presentó su lista de espera y cada institución analizó cómo resolverla. Dentro de los requisitos exigidos por el Minsal, está hacer estas cirugías fuera del horario funcionario (de lunes a viernes después de las 17.30, sábados y domingos).
Evidentemente, esto también recarga a nuestro personal, no solo de pabellón, sino de todas las otras unidades, ya que recién nos estamos recuperando del desgaste propio de la pandemia y no ha habido un relajo para nuestra personal. Por ello, es evidente que esto nos compromete una vez más a poder resolver esta situación, que sabemos es muy importante para los pacientes, los que también tienen que entender que esto va a significar un esfuerzo de todos los funcionarios, ya que a diferencia de otra regiones, Aysén no cuenta con instituciones privadas que nos colaboren, ni con profesionales de apoyo médico extra que pudiesen servir para disminuir la presión hacia nuestro staff, que ha estado sobre exigido el último tiempo. Aun así, estamos tratando de avanzar en la LEQ, que ha aumentado de forma exponencial estos últimos 17 meses.
También estamos retomando los operativos médicos, con énfasis en las especialidades con las que no contamos. En efecto, durante agosto ya hay 3 operativos en curso, de tórax, cabeza y cuello, y uno de nefrología, este último dirigido a pacientes con patología de la glándula paratiroides, enfermedad colateral de la insuficiencia renal.
Si todo mejora y la situación epidemiológica se mantiene, esperamos poder resolver las cirugías pendientes de aquí a fin de año. Se nos viene una ardua tarea, que va a significar –nuevamente- una presión importante para todo el equipo de salud, puesto que el estamento médico por sí solo no es capaz de resolverlo. Lo importante es el trabajo en equipo, porque es tan importante el cirujano como el que hace el aseo de pabellón.
Nuestro hospital se ha caracterizado por tener un nivel de excelencia que destaca dentro de los hospitales públicos del país. Pienso que el desafío lo vamos a poder cumplir, esperamos a fin de año que la resolución de nuestra lista de espera se haga realidad y estar a la altura de lo que nuestros pacientes necesitan.