Hernia del núcleo pulposo lumbar y la rehabilitación kinesiológica temprana postoperatoria.

Francisca Estefó Alarcón, Kinesióloga Servicio de Cirugía HRC

La hernia del núcleo pulposo (HNP), se define como la alteración (protrusión) del material de uno o más de los discos que se encuentran entre las vértebras de la columna. Dicha patología se puede asociar a dolor lumbar, dolor irradiado derivado de la inflamación y/o compresión de la raíz nerviosa, asociado o no a debilidad muscular y alteración de sensibilidad. Si el dolor se irradia hacia la pierna y bajo la rodilla, existe una mayor probabilidad de que los síntomas sean causados por una HNP lumbar. 

Según datos entregados por el Ministerio de Salud, la prevalencia de HNP sintomática es en personas entre 30 y 50 años, y la ubicación más frecuente se da en la espalda baja y zona lumbar (niveles L4-L5 y L5-S1). Esta dolencia, por su frecuencia, es una condición con gran impacto económico para el paciente, representando una causa frecuente de incapacidad laboral en menores de 50 años.

El manejo del dolor radicular lumbar se maneja inicialmente con tratamiento farmacológico y terapia física, promoviendo continuar con las Actividades de la Vida Diaria (AVD), por otro lado, la cirugía es una opción terapéutica para la hernia discal lumbar solo cuando los síntomas son persistentes, no responden al tratamiento médico y frente al compromiso neurológico progresivo que genera limitación funcional. 

Cuando el especialista considera oportuno operar una HNP, el tratamiento post quirúrgico incluye kinesioterapia. Tras la cirugía, el equipo de kinesiólogos tiene la misión de comenzar la rehabilitación temprana intrahospitalaria, intervención que se aplica durante las primeras 24 horas posteriores a la cirugía. 

La movilización temprana corresponde a un enfoque terapéutico que promueve la aplicación de la actividad física en los primeros días de hospitalización considerando movilización de extremidades, giros en cama y sentarse en ella, para lograr eventualmente caminar en forma segura y eficaz.

Esta intervención terapéutica requiere de criterios de seguridad para su ejecución que incluyen: control de signos vitales, medición de presión arterial, evaluación del dolor, presencia de síntomas neurológicos como hormigueo o adormecimiento, evaluación de necesidad de ayuda técnica y educación respecto a movimientos y cambios de posición para evitar sobrecargas en la zona operada.

Es así que en los últimos años, la implementación de programas de movilización temprana en pacientes quirúrgicos adultos como intervención terapéutica ha demostrado beneficios fisiológicos agudos como mejorar la función pulmonar tras la anestesia, favorecer el retorno venoso, restablecer el metabolismo muscular, el estado de alerta y actúan como contramedidas para prevenir trombosis venosa profunda, tromboembolismo pulmonar, atrofia muscular, trastornos de equilibrio, complicaciones respiratorias, retención urinaria, constipación e incluso úlceras por presión, acelerando significativamente la funcionalidad del usuario, acortando el tiempo de estadía hospitalaria.

En este contexto, en el Hospital Regional Coyhaique, al ser el único centro en la Región de Aysén en realizar este tipo de procedimiento, resulta primordial realizar la atención oportuna por profesionales idóneos en esta labor, tal como lo proyecta el primer Plan de Rehabilitación 2021-2023, plan que busca garantizar operativamente la rehabilitación física en todos los niveles de atención de salud pública, desde APS, rehabilitación ambulatoria y pacientes hospitalizados.

Asegurar la movilización temprana otorgada por el profesional kinesiólogo, sin duda repercute positivamente tanto en acortar los días de hospitalización, como permitiendo que una vez que el usuario sea dado de alta, cuente con el entrenamiento y conocimiento necesario para ejecutar movilizaciones seguras en su domicilio.