Accidente cerebro vascular y la importancia de la rehabilitación kinésica

Maura Pilquiman Maldonado, kinesióloga Hospital Regional Coyhaique

En Chile una de las preocupaciones latentes en el ámbito de salud son las enfermedades cerebro vasculares. A partir de ello, no solo se han creado programas preventivos, sino también se han impulsado políticas públicas tales como la ley N° 19.966 que establece un régimen de garantías explícitas de salud (GES) desde el año 2005, que otorga garantía de acceso a ser atendido en la red de salud pública, oportunidades de tratamiento, protección financiera y calidad en servicio de 85 patologías, entre las cuales se encuentran enfermedades cardiovasculares tales como infarto agudo al miocardio, accidente cerebro vascular isquémico y factores de riesgo como la hipertensión, entre otras.

En el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, 15 millones de personas sufren un ataque cerebral al año, de las cuales un tercio fallece y otro queda permanentemente en situación de discapacidad. 

Según la información entregada por el Ministerio de Salud, en Chile, durante el año 2021 hubo 29.542 egresos hospitalarios por ACV, siendo esta enfermedad la segunda causa de mortalidad en el país, después de las enfermedades isquémicas del corazón, sin considerar la pandemia por SARS-CoV-2. En efecto, ese mismo año se registraron 7.501 decesos por ACV, lo que equivale a 1 muerte cada 72 minutos, convirtiéndola en un problema severo de salud pública.

Para contextualizar, un ACV ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre al cerebro o cuando ocurre un sangrado en éste. Existen dos tipos de ACV. El Ataque cerebral isquémico se produce por un bloqueo del flujo normal de sangre hacia el cerebro. El segundo, conocido como Ataque cerebral hemorrágico, es menos frecuente, pero más letal y se produce cuando se rompe un vaso sanguíneo en el cerebro originando un derrame. Es importante mencionar que cualquier persona puede sufrir un ACV, no obstante, existen factores de riesgo como hipertensión arterial, sedentarismo, colesterol alto, diabetes, obesidad, tabaquismo, abuso de alcohol, cardiopatías y estrés.

En el contexto regional, la atención que se realiza en el Hospital Regional Coyhaique, desde el ingreso de un paciente al servicio de urgencia, quienes derivarán según el estado de compromiso al servicio de Unidad de Cuidados Intensivos, Unidad de Cuidados Intermedios, Cirugía o Medicina, en donde será atendido por kinesiólogos las 24 horas del día en cada uno de dichos servicios y junto al equipo de salud tendrá por objetivo, diagnosticar a tiempo, disminuir la letalidad y posibles secuelas ACV, por lo que el enfoque se pone, en primer lugar, en disminuir su estadía intrahospitalaria, entregando procesos de rehabilitación interdisciplinaria con un enfoque clínico rehabilitador que permita dar atención en etapas tempranas de dicha patología con el fin de aminorar las secuelas motoras, cognitivas y psicológicas. 

El equipo de kinesiólogos de atención cerrada (es decir, de pacientes hospitalizados) tiene como objetivo fundamental entregar una mayor independencia funcional en cuanto a la realización de las actividades de la vida diaria, educar respecto al uso de ayudas técnicas y también asesorar a la familia para poder continuar con el debido proceso de rehabilitación en el hogar después del alta.

Los servicios del Hospital Regional Coyhaique están funcionando de buena forma, sin embargo, y a pesar de los avances en materia de rehabilitación, aún falta complementar el importante trabajo que realizan los kinesiólogos con un equipo multidisciplinario, conformado por una cantidad proporcional de fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales, para cumplir las metas de rehabilitación temprana.