Cáncer de mama: cada paciente es un universo

Yesenia Barraza Ugalde, matrona Policlínico de Ginecología, Patología Mamaria y Cervical.

“Usted tiene cáncer de mama”.  Estas palabras son el diagnóstico que muchas mujeres han escuchado en el control de revisión de su mamografía, en especial durante este año. En particular, las cifras en la región de Aysén se han disparado. Durante el año 2020, se diagnosticaron 21 pacientes con esta patología, y en lo que va del año, ya son 30 las personas diagnosticadas, incluyendo a un hombre, lo que demuestra que no es sólo una enfermedad de mujeres. Y aún faltan dos meses para terminar el año, con una lista de espera de mamografías y ecotomografía mamaria. Entonces nos surge la pregunta sobre la adversidad y necesitamos respuestas que calmen esa ansiedad, en medio de una pandemia, que nos mantiene en alerta y con limitaciones en el acceso a los servicios de salud.

El cáncer de mama tiene familia, existen varios tipos de ellos, algunos son de lento desarrollo y con características especiales que nos permiten llegar a tiempo en una cirugía, con un procedimiento menos extenso, con menos efectos secundarios y con una posibilidad de recuperación total. En otros casos donde el cáncer es más complejo, las cirugías son radicales y se debe extirpar la mama completa pero es en el menor número de pacientes. Y otros donde se decide quimioterapia neoadyuvante y cuidados paliativos, todo depende del tipo de cáncer y del paciente.

Cada paciente es un universo que se debe analizar. Vemos en la consulta todos los factores de riesgo y protectores: las mamografías previas, enfermedades existentes, el examen físico general y  de las mamas, la red de apoyo, la autovalencia, el sistema inmunológico, entre otros. Por esta razón llevar un estilo de vida saludable es tan importante. Las personas no tienen incorporado los efectos del sobrepeso u obesidad, el tabaquismo y beber alcohol en exceso; y es muy fuerte su influencia en el desarrollo de cáncer, no sólo de mama, si no otros órganos.

Atacar el cáncer de mama comienza mucho antes de su diagnóstico, las personas podemos hacer la parte más importante: la prevención. El control ginecológico anual con la matrona, donde se realiza el examen de mamas, el examen genital y toma de PAP debieran formar parte de los controles obligatorios de cada persona. El autoexamen de mamas también deberíamos tenerlo interiorizado una vez al mes. Debería ser como pagar las cuentas, evitar que se corte el suministro de salud si pasan dos meses sin realizarlo sería fatal. Pero las personas no consultan si no duele, o si no molesta al menos. Y no queremos perder la salud, porque el hecho de tener una enfermedad implica la incertidumbre de si voy a recuperar el estado de bienestar previo, esa cómoda normalidad que cuando desaparece incomoda y a veces duele.

Por lo tanto solo decir que ante cualquier cambio notado, debemos consultar, preguntar y persistir. En general el sistema es expedito cuando es una sospecha GES, es decir cuando la sospecha clínica o mamográfica es sugerente de cáncer de mama, sin embargo muchas veces el sistema se entrampa y existen fallas, humanas o sistemáticas y no debemos abandonar la gestión en la entrega de un papel.

La mamografía es el principal examen diagnóstico, y el autoexamen es una gran herramienta personal. Sumando un estilo de vida saludable podremos descontarle puntos a la lotería del cáncer de mama.