Salud Regional: ¿Hablemos en serio?

Jaime López Quintana

Director Hospital Regional Coyhaique

Entre los años 1999 y 2001 en el Hospital Regional Coyhaique se realizó la mayor modificación de espacios de los últimos años, ampliaciones que fueron realizadas considerando el tamaño de la población que habitaba en Aysén a comienzos del siglo XXI, es decir aproximadamente unas 50 mil personas (CENSO 2002).

En 20 años, la población regional se duplicó acercándonos hoy a las 110 mil personas y con ello comenzó un exponencial aumento de la demanda hacia los servicios públicos y privados. De todas las instituciones existentes en la región de Aysén, no existe una que efectivamente tenga como potenciales usuarios a cada uno de estos habitantes, salvo el Hospital Regional Coyhaique.

A mediados de julio de 2022 se realizó la entrega del ELEAM y ante la imposibilidad de contar en la región con otro establecimiento con estas características específicas, el Policlínico de Especialidades regresó al Hospital Regional Coyhaique.

Esto no solo implica la disminución de espacios en un establecimiento que hoy por hoy está lejos de poder cumplir con la demanda provocada por la presión demográfica de una Región que continúa en desarrollo, la falta de estos espacios genera una disminución considerable de las horas de atención de especialistas disponibles para nuestras usuarias y usuarios.

En las últimas semanas también se ha presentado un aumento de la demanda de hospitalización, lo que nos mantiene con una capacidad limitada para recibir nuevos pacientes, esto en algunos casos ha prolongado la espera por camas de pacientes que ingresan por Urgencia, un espacio que no está pensado ni diseñado para la estadía prolongada.

Continuamos en pandemia y tenemos la obligación de buscar que en los espacios no se generen situaciones de riesgo, por esto por ejemplo se mantienen restringidas las visitas.

Estas restricciones rigen para todos por igual, por ende sin una coordinación previa, sin la organización debida, difícilmente podríamos permitir el acceso a nuestras dependencias y unidades a personas con fines distintos a los de realizar prestaciones de salud a nuestros usuarios y usuarias.

Como el principal centro asistencial de la región de Aysén, comprendemos que nuestro contacto con los habitantes de la zona se da en momentos complejos para ellos. Por ejemplo en la Unidad de Oncología, hay niñas, niños, jóvenes, adolescentes, adultos y adultos mayores que se encuentran dando una de las batallas más importantes de su vida y nuestra obligación es velar que esos tratamientos y atenciones se desarrollen de la manera más tranquila y cómoda posible, lo que implica por ejemplo limitar las visitas con fines distintos a los meramente clínicos.

Durante las últimas semanas hemos enfrentado una serie de cambios que han requerido del compromiso de usuarios y funcionarios. Para nadie es grato ver imágenes con decenas de personas esperando en el invierno patagón a las 6 o 7 de la mañana para poder acceder a una de las escasas horas de atención de especialistas.

Por esto hemos desarrollado estrategias que hasta el minuto han resultado exitosas, como la apertura de Agenda Médica Preferencial, lo que nos permitió evitar que cerca de 200 adultos mayores y personas en situación de discapacidad tuviesen que realizar estas filas.

Hemos aumentado además en más del doble los funcionarios que atienden nuestro Call Center, para disminuir los tiempos de espera e incluso el lunes 25 de julio se permitió el ingreso anticipado por calle Jorge Ibar de quienes llegaban durante la madrugada a la espera de la apertura de la Agenda Médica para público general.

En la Salud a nivel regional, requerimos del compromiso de todas y todos para lograr avanzar en aquellas materias que nos permitirán efectivamente contar con espacios y mecanismos que generen una experiencia más amigable para las y los vecinos de Aysén.

Esto requiere de legislar en pos de la Salud de nuestra comunidad, defender que los recursos determinados por presupuesto sean los necesarios para la inversión a nivel regional y del apoyo transversal de las iniciativas que son más urgentes como por ejemplo la habilitación de las Unidades Críticas y la Reposición del HRC, por nombrar algunas.

De nada sacamos con seguir comprometiendo con la comunidad la inversión en nuevas tecnologías si no tenemos los espacios necesarios para habilitarlas, no contamos con el financiamiento para asumir la mantención de estos equipos o no tenemos el personal adecuado y capacitado para la operación de los mismos.

Nuestras puertas siempre estarán abiertas a ideas y proyectos que vayan en beneficio de la Salud de la comunidad, pero para aquello se requiere de la seriedad y confianza necesaria para abordar un trabajo colaborativo de largo aliento y que nunca termina, porque siempre existirán nuevas necesidades y requerimientos en materia de salud.